Hoy hablamos con Darío Tamayo, director y especialista en clavecín, Íliber Ensemble es uno de los conjuntos donde podemos ver el desempeño de nuestro protagonista de hoy como director musical y clavecinista. Aquí tienes un enlace a su música para que la uses a modo de banda sonora y acompañes la lectura.
1- ¿Cómo empezaste tu carrera en la música antigua y qué te atrajo hacia el clave y
la dirección de orquesta en este contexto?
Mi fascinación por el repertorio antiguo ha sido una constante a lo largo de mi vida y ha ido
íntimamente ligada a mi propia relación con la música en general. Mis padres son muy
melómanos y han sentido siempre una especial predilección por la música barroca que han
sabido transmitirme desde mi más tierna infancia. Esta circunstancia generó las condiciones
idóneas para que mi posterior encuentro con el clave constituyese una especie de revelación.
Ese primer contacto como intérprete se produjo cuando tenía quince años, a partir de la
compra de un clave por parte del Conservatorio de Granada, mi ciudad natal. Recuerdo que,
al poner las manos por primera vez sobre el teclado, quedé absolutamente atrapado por el
sonido y la personalidad del instrumento y, a partir de ese momento, mi interés por el clave
y su repertorio iría incrementándose de manera exponencial, hasta convertirse en el núcleo
fundamental de mi carrera profesional y de mi vida artística. Por su parte, mi relación con la
música antigua como director llegaría años más tarde, a partir de la fundación en 2013 de
Íliber Ensemble, y se ha ido estrechando en los últimos años a raíz de mi trabajo dirigiendo
este tipo de repertorios al frente de diversos conjuntos.
2- Como director de orquesta y clavecinista, ¿cómo abordas la interpretación de la
música antigua con instrumentos de época?
La utilización de instrumentos antiguos nos permite efectuar una aproximación más natural
y directa al contexto sonoro de siglos pretéritos, pues estos brindan una serie de recursos en
cuanto a timbre, temperamento, diapasón, articulación y fraseo que son consustanciales al
universo estético de la época. Por otra parte, el uso de estos instrumentos debe verse
complementado por la aplicación de elementos teóricos y prácticas interpretativas recogidas
en las fuentes históricas, desde la ornamentación hasta la retórica, pasando por la
improvisación o las disminuciones.
3- ¿Cuáles consideras que son los desafíos más significativos al dirigir una orquesta
especializada en música antigua?
Debido a sus particularidades, ponerse al frente de este tipo de conjuntos presenta siempre
una serie de desafíos específicos que requieren un enfoque cuidadoso y una comprensión
profunda de la estética y las prácticas históricas. Entre estos retos, uno de los más
estimulantes para mí es el trabajo pormenorizado del empaste y del balance entre los distintos
grupos instrumentales, pues las diversas combinaciones entre ellos ofrecen una paleta
enorme de colores y recursos tímbricos y expresivos. En este sentido, cabe destacar la amplia
variedad de posibilidades que brinda la sección de bajo continuo, de la que pueden formar
parte distintos instrumentos, cuya selección se efectúa en función del contexto históricoestético de la música a interpretar en cada caso.
4- Hablemos sobre tus proyectos más recientes. Cuéntanos un poco sobre Íliber
Ensemble.
Íliber Ensemble es un conjunto de música antigua fundado en Granada y que atesora ya más
de una década de trayectoria, con conciertos en la escena nacional e internacional, varias
producciones escénicas y dos trabajos discográficos en el mercado. Sus objetivos son la
recuperación del patrimonio musical barroco español, así como la difusión de la obra de
autores desconocidos por el gran público. Otro de los motores principales de la actividad de
nuestro grupo es la investigación y elaboración de programas que ponen en diálogo distintas
tradiciones culturales aparentemente alejadas. Todos estos elementos constituyen el punto
de partida y la razón de ser de nuestro proyecto desde su fundación.
5- Hablemos sobre la elección de repertorio. ¿Cómo seleccionas las obras que
interpretas y diriges?
La selección del repertorio es un hecho creativo en sí mismo y, en mi caso, suele articularse
en torno a una idea fundamental que da lugar a la génesis de todo el programa. Este elemento
germinal puede ser de distinta naturaleza (un compositor, un personaje histórico, un
acontecimiento, un lugar, un género, un estilo o un periodo estético) y, una vez definido,
servirá para establecer las líneas maestras del proyecto. Por otra parte, para la construcción
del programa, considero de enorme importancia determinar no solo qué piezas se van a
interpretar, sino también en qué orden van a aparecer, pues esto marcará de manera decisiva
la narrativa sonora del concierto.
6- En tu experiencia, ¿cómo has observado la evolución del interés por la música
antigua en la audiencia contemporánea? ¿Hay alguna forma de hacer que la música
antigua llegue mejor a las generaciones jóvenes?
El interés por la música antigua ha experimentado un crecimiento indudable en las últimas
décadas por parte no solo del público, sino también de los distintos elementos que integran
nuestro sector, desde los intérpretes hasta la crítica especializada, pasando por los centros de
enseñanza, los festivales de música o los sellos discográficos.
En cuanto al camino para llegar mejor a las generaciones jóvenes, este pasaría
indefectiblemente por la educación, pues es el único medio capaz de proporcionar soluciones
eficaces y duraderas a cuestiones tan complejas. En este caso, no se trataría únicamente de
incrementar la presencia de los repertorios antiguos en la formación musical básica, sino
también de colaborar a su difusión a través de los medios digitales de que disponemos en la
actualidad, entre otras acciones a tener en cuenta. De todas maneras, es un tema complicado
que requiere de una reflexión profunda y de un abordaje múltiple, evitando caer en análisis
superficiales y visiones cortoplacistas que conducirían a la aplicación de medidas cosméticas
que no resolverán el problema.
7- ¿Cuál es tu opinión sobre la importancia de la interpretación históricamente
informada y cómo la aplicas en tu trabajo? ¿Se puede tocar Bach en el piano?
La interpretación históricamente informada es el resultado de la aplicación a la actividad
performativa de la información teórico-práctica recogida en las fuentes de la época, ya sean
estas tratados, escritos de otra naturaleza, instrumentos o iconografía. Su importancia es
crucial, pues esto nos permite acercarnos lo máximo posible al contexto estético, estilístico,
sonoro y conceptual de cada compositor, y de esta manera, poder comprender mejor las
intenciones y circunstancias que dieron lugar a la creación de cada pieza, teniendo muy
presente que alcanzar el sonido original es siempre una utopía.
En cuanto a la segunda pregunta, ¡por supuesto que sí! Se puede tocar Bach al piano, como
se podría tocar con un cuarteto de saxofones o un combo de jazz, por poner dos ejemplos.
Y, de hecho, existen interpretaciones realmente maravillosas de su música con instrumentos
y criterios performativos muy alejados de las prácticas de la época. En mi opinión, la cuestión
fundamental aquí es ser consciente de que Bach nunca conoció el piano moderno y que, por
tanto, jamás compuso pensando en las posibilidades técnicas ni en los recursos tímbricos y
expresivos de ese instrumento. En este punto, estoy convencido de que Bach habría escrito
de otra manera para el piano tal como lo conocemos hoy, explotando realmente las
prestaciones del instrumento y llevándolas incluso al límite, como ya hizo en su producción
para clave y órgano.
8- Como músico especializado en música antigua, ¿cómo manejas la conexión entre
la autenticidad histórica y la expresión artística personal en tus interpretaciones?
Para mí, son dos elementos que van siempre de la mano. La aplicación de criterios históricos
no excluye ni limita la expresividad de una interpretación, sino todo lo contrario: al
acercarnos a la reconstrucción del contexto estético y sonoro de una obra, aflora
automáticamente toda una constelación de sutilezas y detalles expresivos que son
consustanciales a la propia obra y que reflejan las intenciones genuinas de su autor. Por otra
parte, la información histórica de que disponemos deja muchos parámetros abiertos y, por
tanto, queda ahí un amplio margen para que el intérprete pueda dar rienda suelta a su
creatividad e imaginación.
9- ¿Puedes compartir alguna anécdota destacada o divertida de tus experiencias
como director de orquesta y clavecinista en el ámbito de la música antigua?
A lo largo de todos estos años, se han generado infinidad de anécdotas de todo tipo. Diría
que en prácticamente todos los conciertos se produce alguna situación surrealista, ya sea
sobre el escenario o fuera de él. Recuerdo una anécdota que ahora me resulta divertida, pero
que me resultó bastante angustiosa en el momento en que la viví. Sucedió en 2018, en el
concierto de clausura de la gira de Íliber Ensemble y Todos los Tonos y Ayres con el proyecto
El clave del Emperador. Nos encontrábamos en Shanghái, en el Daning Theatre, y era un
concierto bastante importante porque, además de suponer el broche de la tournée, el teatro
estaba lleno a rebosar, y entre el público se encontraban, además, diversas autoridades
diplomáticas y personalidades del mundo de la empresa. Pues bien, en esas circunstancias,
apenas unos minutos antes de salir a escena, una de mis lentes de contacto tuvo a bien
quedarse atrapada en mi párpado superior sin que hubiese posibilidad de extraerla de ninguna
manera, y las gafas, por supuesto, me las había dejado en el hotel. Al final, tuve que dar todo
el concierto sin poder ver nada con mi ojo derecho, pero, haciendo un ejercicio de máxima
concentración, pudimos acabarlo y la interpretación fue un éxito. Una vez en el camerino,
tras el concierto, mis compañeros me ayudaron a localizar y extraer la lente y la cosa,
afortunadamente, no fue a más.
10- ¿Cuáles crees que son los aspectos más fascinantes de la música antigua y cómo
motivas tu desarrollo artístico continuo en este campo?
Una de las cuestiones que más me fascinan de la música antigua es que se trata de un
repertorio cuya génesis conceptual difiere totalmente de la música posterior. Decía
Harnoncourt en su Discurso sonoro que «la música hasta 1800 habla y a partir de 1800 pinta»;
para mí, esta frase recoge de manera precisa ese cambio absolutamente radical de paradigma
que se dio con la llegada del Romanticismo. La música antigua es pura elocuencia, es retórica,
simbolismo y prosodia, y está integrada por “palabras” que debemos articular y pronunciar
de manera adecuada. Ser capaz de comprender esta idiosincrasia y de saber reflejarla en
nuestra interpretación es algo realmente apasionante.
En cuanto a mi desarrollo artístico como intérprete en el ámbito de la música antigua, este
parte de dos pilares fundamentales: el constante perfeccionamiento técnico como
instrumentista y director, y la investigación continua para descubrir nuevos repertorios y para
seguir profundizando en las cuestiones teórico-prácticas recogidas en las fuentes de la época.
11- Como director de orquesta, ¿cómo gestionas la colaboración con otros músicos y
solistas en proyectos de música antigua?
Los solistas con los que trabajo como director de orquesta suelen ser intérpretes por los que
siento una plena confianza tanto personal como artística. Generalmente, son músicos con
los que ya he tenido ocasión de coincidir en alguna producción anterior y con los que
comparto una visión similar o complementaria de la interpretación, así como un vínculo
especial en términos de complicidad musical.
12- ¿Qué consejos le darías a los músicos que están considerando sumergirse en la
interpretación de la música antigua y en el mundo del clave y la dirección de orquesta
en este contexto?
En primer lugar, los animaría encarecidamente a que lo hagan, pues es una vía que les
conducirá no solo a descubrir repertorios increíbles, sino también a repensar la propia
relación con el instrumento y con el hecho musical en sí mismo.
En cuanto a los consejos que les daría, son los mismos que intento aplicarme a mí mismo
como músico. Por una parte, creo que es crucial entregarse a la formación y al estudio de la
técnica, como bases sólidas sobre las que construir nuestras interpretaciones y como motores
fundamentales de nuestra propia carrera. Al mismo tiempo, considero de enorme
importancia dejarse llevar por la curiosidad intelectual, no dejar nunca de alimentarla, y
estimular siempre el pensamiento crítico, pero huyendo de caer en actitudes autodestructivas
que no sirven absolutamente para nada. Por último, les pediría que escuchen atentamente a
su intuición, pues ella nos ofrece a menudo la mejor respuesta posible en momentos de
desorientación, oscuridad o incertidumbre.